Carlos (Charly) Mira,está cumpliendo 30 años de trabajo y eso, de por sí, es una noticia.
Un largo camino de viajes, anécdotas y vivencias
Tan significativo aniversario nos llevó a dialogar con él para conocer algunos avatares de su profesión, que también lo ha llevado a ocuparse de la realidad político-económica argentina. Una amena charla que incluyó aspectos de su evolución profesional y un repaso a lo que ha acontecido en nuestra profesión y en la industria en estas últimas tres décadas.
-¿Cómo te sentís después de todos estos años de trabajo?
-Por un lado, satisfecho no solo por el trabajo sino por la cantidad de amigos que pude hacer y por las experiencias que nunca hubiera vivido trabajando en otra cosa. En la cuenta final lo que importa son las personas y la valoración que puedan tener sobre vos. El hecho de tener tantos amigos entre colegas, algo que muchas veces es difícil, me pone muy contento.
Hemos trabajados juntos en muchos casos y hemos recorrido un largo camino compuesto por viajes, anécdotas y vivencias que justamente, en un momento tan importante de tu carrera, es lo que recordás con gran placer.
Por otro lado, sigo con el impulso de siempre para seguir trabajando, proyectando y enriqueciéndome en esta profesión que agradezco transitar todos los días.
-¿Cómo empezaste tu trabajo con la industria? ¿Cómo llegaste a ser un referente de la profesión?
-Por aquel tiempo había sido convocado por Radio América para hacer un programa muy largo de fin de semana. Se llamaba “América Weekend”. Eran siete horas de radio cada fin de semana. Yo ya trabajaba para la radio de lunes a viernes haciendo un programa de actualidad, pero intuía que la gente, en un fin de semana, no quería seguir escuchando los mismos temas de la semana. Por eso me pareció que el tiempo libre, los viajes, el sueño de las vacaciones y la imaginación de conocer lugares nuevos iba a funcionar muy bien para combinar con el resto de los temas.
Primero empecé haciéndolo solo y luego convoqué columnistas; hacía entrevistas sobre destinos, sobre lugares del mundo que a la gente le gustaba conocer. Eran los ’90s, la Argentina se había abierto al mundo como nunca antes y la gente estaba ávida por viajar. El experimento fue un éxito de audiencia y eso inmediatamente me conectó con la industria y con el periodismo de viajes.
-¿Pero no dejaste de hacer periodismo de actualidad?
-No, nunca. Siempre mantuve las dos cosas. A partir de aquellos años en todos mis programas siempre reservé un espacio para ambos mundos: la actualidad y el turismo.
-¿Supongo que has viajado mucho por trabajo?
-Gracias a Dios sí. Siempre viajé, incluso antes de dedicar parte de mi tiempo profesional a la industria. También viví en Estados Unidos un tiempo, en los ’80s. Fui a perfeccionar mi inglés a la Universidad de California y luego me quedé para conocer parte del país.
Por aquellos años no sabía que la vida me llevaría a tener a los viajes como parte de mi trabajo.
Con Ladevi, como sabés, llevamos compartiendo más de 20 años de Convenciones de IPW en Estados Unidos que se han desarrollado prácticamente en todo el país –porque la ciudad-sede va cambiando– con lo que año tras año te familiarizás con una región diferente del país.
-¿Y cómo ves lo que está ocurriendo ahora en nuestro país?
-Lamentablemente con mucho dolor. En los dos universos de mi trabajo suceden cosas que preocupan. Por un lado, Argentina tiene un gobierno que está en los bordes de la democracia. Si bien ha llegado al poder por vía de las elecciones, tiene demasiadas prácticas reñidas con la democracia. Su perfil económico también le ha generado un enorme empobrecimiento al país. Muchas empresas se han ido y otras han cerrado, dejando a cientos de miles de trabajadores en la calle.
La pandemia, por su lado, ha castigado mucho a la industria de los viajes y el futuro es incierto. Así que, sí, desde ese punto de vista suceden cosas que preocupan.
Hombre mirando al Norte
-¿Por qué te has especializado tanto en Estados Unidos?
-Desde que tenía cuatro años, por cuestiones del trabajo de mi papá, viajé por ese país. Siempre me cautivó. Lo estudié en profundidad; sus instituciones, su historia, su vida política. Siempre me pareció que era el modelo a seguir si uno quería ser desarrollado y conocer los placeres de la modernidad.
Pero Estados Unidos es también un continente completo de bellezas naturales y de otras fabricadas por el hombre, con una infraestructura preparada para quienes están ávidos por conocerlas.
Desde mi lugar de trabajo sentí que tenía el deber de hacer conocer, dentro de mi alcance, ese modelo a los argentinos. Ningún argentino es igual a sí mismo después de conocer Estados Unidos. Creo que en Argentina hay una gran ignorancia respecto de ese país y se emiten muchas opiniones sin conocerlo. Si el turismo podía ser una vía para que muchos argentinos se desasnaran y los conocieran, yo quería ser parte de ese estímulo.
-¿Y crees que tuviste éxito en la tarea? (risas)
-Bueno (risas), creo que uno debe hacer su parte. Lo demás está en los que reciben la información. Yo estoy conforme con lo que hice. Y con lo que sigo haciendo. Escribí dos libros en donde dedico muchas páginas a explicar el sistema norteamericano y lo que esa revolución legal significó para el mundo libre.
-Sos un tipo muy valorado en la profesión, ¿lo sentís así?
-¡Claro que sí! Me siento honrado, por ejemplo, que el medio más importante de la industria en la Argentina, como es Ladevi, me dedique una nota porque cumplo 30 años de trabajo. O que vos, en lo personal, que sos un pionero en este trabajo, lo valores. Es un reconocimiento a una trayectoria que me llena de orgullo. Me han felicitado varios colegas que se dedican al turismo como nosotros y también otros que se dedican como yo a cubrir la actualidad. Es muy lindo saber que vas dejando algo y que los demás te lo reconocen y lo valoran. Y siempre el reconocimiento de los colegas es el que uno pone por encima de todo.
-¿Qué pedirías como regalo de cumpleaños?
-¡Uff..! (risas) Pediría que toda esta pesadilla del Covid termine. Que la gente pueda volver a trabajar con normalidad, que se pueda volver a viajar como antes, que recuperemos parte de la alegría que hemos perdido en este tiempo. Para Argentina pediría libertad y el fin de la envidia y el resentimiento. No se llega a nada con eso. Sería muy lindo que la mayoría del país lo entienda y se dejen de lado muchas cosas feas que se originan en ese sentimiento tan bajo.
-¿Qué le dirías a un chico que recién comienza?
-Que estudie. Que estudie y que analice con espíritu crítico lo que escucha. Que no acepte mantras, ni adoctrinamiento, ni verdades impuestas desde un atril. Que abra su mente y que nunca renuncie a la curiosidad.
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