A partir del 14 de julio próximo, solo podrán ingresar a Australia un total diario de 3.035 pasajeros. Esto supone una reducción del 50% desde los 6.070 originales. “Va a ser una situación muy difícil para muchas aerolíneas mantener su frecuencia de vuelos a Australia”, dijo Barry Abrams, director de la cámara que nuclea a las aerolíneas que operan en Australia. “Muchos se preguntarán si tiene más sentido suspender sus vuelos de pasajeros o simplemente realizar vuelos de carga. No lo vería como aislar a Australia pero vería una menor conectividad y disponibilidad de vuelos hacia y desde Australia”, comentó el directivo. “A las aerolíneas ni siquiera se les han asignado aún sus reducciones de límites máximos. No es hasta que esos procesos comienzan a ocurrir que las aerolíneas pueden comenzar a procesar esto. Sé que esto no da ninguna certeza a todo esto”, insistió Abrams. “Ciertamente lo entendemos, que es una situación terrible, pero eso es algo que estamos cumpliendo por parte del gobierno australiano y que las aerolíneas tendrán que ir y hacer”, concluyó el ejecutivo.
Australia cierra parcialmente sus fronteras
Abrams anticipó que muchas aerolíneas que vuelan hacia Australia “luchan para alcanzar un punto de equilibrio”, y que deberán “enfrentar decisiones difíciles”. También anticipó que el sector de las aerolíneas no fue consultado por el gobierno australiano. Del mismo modo, muchos australianos que se encuentran en el extranjero calificaron la medida de “inhumana”.
Australia y Argentina, ¿son iguales?
La realidad es que no faltó quién comparó la medida de reducción de asientos diarios que tomó Australia, con lo que hizo Argentina. Si bien en el fondo la reducción es similar, como medida en sí, hay un asunto que es fundamental: la medida entra en vigencia dentro de nueve días. Es decir, las aerolíneas tienen nueve días para acomodarse a la reducción, e incluso los australianos en el exterior disponen de más de una semana para regresar. Esto termina por reducir el impacto negativo de la medida y es una gran diferencia con Argentina, que dispuso una quita del 70% al cupo de viajeros diarios, con apenas 24 horas de antelación.
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