A partir del 31 de marzo, la confitería La Ideal –ubicada en Suipacha 384– inició un proceso de recuperación que la mantendrá cerrada por varios meses.
El plan tiene por objetivo restaurar por completo el edificio, respetando en detalle el proyecto de 1912 del ingeniero C.F González.
A su vez, el bar fue fundado ese año por el comerciante gallego Manuel Rosendo Fernández, quien hizo traer de Europa los elementos que componen sus dos niveles: las arañas francesas, los vitrales italianos, muebles checoslovacos, boiserie de roble de Eslavonia y todos los mármoles, bronces y hierros.
La intención original era crear un salón de té para señoritas, quienes además tenían su día especial los sábados, con las exclusivas “despedidas de solteras”, en las que el acceso estaba vedado a los hombres.
Sin embargo, su exquisita arquitectura, atención y pastelería resultaron un fuerte atractivo para un público que se extendía a docentes, comerciantes y profesionales, especialmente de la colectividad inglesa. Por otra parte, la impronta femenina de sus comienzos se mantuvo con la presencia de artistas en la “orquesta de señoritas”, las cantantes de tango y los espectáculos de café concert, muy exitosos durante los años 20.
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