En la década del 2010, el 3D vino a revolucionar las salas de cine en todo el mundo. Muchos aseguraron que el futuro estaba llamando a la puerta. Poco después, Apple presentó Siri, abriendo paso a los asistentes virtuales, que revolucionarían la tecnología. Pero nunca nada sorprendió tanto como ChatGPT: la web creada por un grupo de ingenieros de OPEN AI que piensa, argumenta y soluciona problemas como lo haría un humano en base a la inteligencia artificial.
Inteligencia artificial: ponemos a prueba a ChatGPT
El concepto es sencillo: el usuario escribe cualquier cosa en un cuadrado de texto y ChatGPT devuelve una respuesta tan lógica como humana. Lo que sorprende a muchos es que, lo mismo escribe una carta de amor como redacta un trabajo de fin de carrera universitaria. Y todo, sin estar conectado a internet (o eso defienden sus creadores).
La web, basada en miles de algoritmos que crean lo que conocemos como inteligencia artificial, es ahora propiedad de Microsoft. Y eso es sinónimo de que ahí hay negocio a futuro. Sin embargo, muchos sectores económicos ven en esta tecnología una clara amenaza para sus intereses, despertando una especie de ludismo acallado. Algunos creen, incluso, que es el retorno de las máquinas para destruir miles de puestos de trabajo.
Pero, ¿afectará negativamente ChatGPT al sector del turismo? Existen diversas formas en las que el sector del turismo puede utilizar tecnologías de lenguaje natural para mejorar la experiencia del cliente y la eficiencia operativa. Algunos ejemplos incluyen: Chatbots y asistentes virtuales, que pueden ser utilizados para brindar información y responder preguntas frecuentes de los clientes, mejorando la experiencia de los usuarios y reduciendo la carga de trabajo del personal de atención al cliente.
Otro ejemplo es el análisis de sentimientos: las empresas de turismo pueden utilizar herramientas de análisis de sentimientos para monitorear lo que los clientes están diciendo sobre sus experiencias, identificando oportunidades de mejora y proporcionando retroalimentación en tiempo real.
Parece prometedor, pero qué pensarían si les dijésemos que estos dos últimos párrafos fueron escritos por ChatGPT después de que se le preguntara si él mismo se considera una amenaza para el turismo. ¿Sienten ahora preocupación? Algunos expertos del sector, sí.
Desde Belvera Partners nos dan algunas claves. Oana Savu, Directora de Estrategia de Dohop, especialistas en tecnología de conectividad para viajes, ve potencial para cambiar las reglas del juego para los viajes: "Lo que ChatGPT pone de relieve y nos recuerda más que nada es que la tecnología sigue desarrollándose cada vez más rápido y que el procesamiento del lenguaje natural, las tecnologías de aprendizaje automático y la IA se están adoptando cada vez más y tendrán repercusiones masivas en muchos sectores, incluido el de los viajes”.
"Juntas, aportarán un enfoque multimodal más cómodo e integrado a la planificación de viajes, además de ofrecer recomendaciones de viaje personalizadas basadas en el perfil, el historial y las preferencias del viajero. En consecuencia, esto también podría repercutir y aumentar la demanda de viajes, ya que más personas podrían estar dispuestas a viajar más a menudo”, explica.
Por su parte, Rob Goldsmith, director de operaciones de InterLnkd, una empresa tecnológica basada en datos que permite a aerolíneas y OTAs la venta cruzada de productos de moda, belleza y venta al por menor, considera que el acceso a los datos es el mayor reto para que ChatGPT tenga impacto en los viajes: "La IA lleva muchos años funcionando en el sector de las compras; basta pensar en lo fácil que es Amazon haciendo predicciones casi aterradoramente precisas sobre lo que querrás y cuándo lo querrás".
Pero, ¿cuál es el secreto? Pues según Golsmith, todos los datos que tienen sobre tus compras y búsquedas anteriores: "Sin acceso a esos datos, ChatGPT, aunque es un gran paso adelante en la inteligencia artificial, no podrá hacer sugerencias personalizadas: todo el mundo obtendrá un resultado estandarizado. Es esa personalización y relevancia lo que impulsa la conversión desde una perspectiva de venta cruzada”.
Empresas que ya están utilizando ChatGPT
Sin embargo, no hay que irse a hipótesis o futuros lejanos. ChatGPT es, a día de hoy, una herramienta que ya está operativa en muchas empresa. Janis Dzenis, responsable de relaciones públicas del metabuscador por suscripción WayAway, explica cómo su empresa ya se está beneficiando del uso de herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT.
"En algunos aspectos, esto ya es una realidad en nuestro negocio. Por ejemplo, hemos descubierto que ChatGPT puede producir imágenes para utilizarlas en campañas de marketing que no sólo nos ahorran el coste de un diseñador gráfico, sino que también crean imágenes que consiguen volúmenes de clics significativamente más altos, y me refiero a múltiplos más altos, no sólo a un modesto aumento del 20% (que antes habríamos considerado estupendo)”, explica.
“De cara al futuro, pensamos utilizar ChatGPT y herramientas similares para hacernos cargo de aspectos de nuestra atención al cliente que ahora realizan seres humanos, liberando a éstos para que se centren en tareas que sólo ellos pueden hacer”, termina señalando, dejando la duda de si la próxima duda sobre tus vacaciones será atendida por ChatGPT.
Las opciones con esta inteligencia artificial está claro que son infinitas. De hecho, un comentario muy extendido dentro del sector es que, quizás no sea una sustitución directa de un trabajador del sector, pero sí una herramienta a futuro. Como un asesor externo.
Y el ejemplo más claro de esto último es la pregunta que desde Ladevi lanzamos a esta inteligencia artificial: “¿Cómo convencerías a un cliente de mi empresa especializada en viajes para que no cancele su billete de avión ante una previsión meteorológica adversa?”. La respuesta tardó 24 segundos en aparecer completa.
“Para convencer al cliente de que no cancele su billete de avión debido a una previsión meteorológica adversa, podría utilizar los siguientes argumentos: 1. La seguridad es la máxima prioridad”, empezó a redactar la web, en una lista de 10 argumentos por los que el agente debería convencer al cliente para que se subiese al avión. En ningún caso barajó la opción de que haya algún riesgo para el viajero. Porque entiende que esa labor es la del agente de viajes. Y ahí está la clave de todo.
A la pregunta de si esta inteligencia artificial es una oportunidad o una amenaza, solo se puede contestar que el tiempo lo dirá. De momento, la respuesta del propio ChatGPT es difusa: "Mi propósito es ayudar a las personas a procesar grandes cantidades de información".
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