República Checa se apresta a vivir un año cargado de celebraciones, no sólo porque cumple 25 años desde que se separó de Eslovaquia y 50 años de la Primavera de Praga, sino que está celebrando 100 de independencia del Imperio Austrohúngaro.
República Checa. Un triple aniversario que renueva las propuestas turísticas
En medio de tres aniversarios históricos, el país europeo está dando a conocer una serie de actividades culturales y puntos de interés turísticos para conmemorar la primera centuria desde la independencia.
Petr Lutter, director para América Latina de la Oficina de Turismo de República Checa, señaló que “en 1918 finalizó el Imperio Austrohúngaro, dando inicio a Checoslovaquia. Lo celebramos porque estuvimos más de cuatro siglos bajo esa dominación y queremos dar a conocer los últimos 100 años de nuestro país, sus obras arquitectónicas como hitos políticos, la historia y principalmente entregar otra mirada de los destinos turísticos”.
República Checa es reconocida por su arquitectura funcional de los años 1920 y 1930. Al respecto, Lutter puso como ejemplo la Villa Tugendhat (Brno), que se encuentra entre los íconos mundiales de la arquitectura residencial y que además es Patrimonio de la Humanidad. “No es que vamos a cambiar los destinos que la gente conoce y que tradicionalmente promocionamos, sino que vamos a dar a conocer los lugares íconicos de los últimos 100 años, como es el caso de Pilsen, que es reconocida como una ciudad cervecera y que pocos saben que alberga impresionantes obras del arquitecto Adolf Loos, como las casas de los empresarios de los años 1920 y 1930, que por sus formas parecen construcciones modernas siendo que casi cumplen 100 años”.
MÁS OPCIONES PARA DESCUBRIR.
Pero no sólo se trata de arquitectura. “También estamos presentando actividades culturales como el Festival Primavera de Praga, que es el encuentro de música clásica de República Checa más reconocido a nivel internacional, el cual fue fundado en los años 1940, al igual que el Festival de Karlovy Vary”, dijo Lutter.
En este sentido, el director de la Oficina de Turismo destacó que República Checa cuenta con marcas de nivel mundial: “Hablando de marcas, Bata es una de las empresas clásicas de República Checa. La primera fábrica se fundo en Zlín, la que transformó la ciudad, principalmente porque su fundador, Tomáš Baťa, construyó colonias para sus trabajadores. Asimismo, una de sus particularidades era que su oficina en el edificio estaba en un ascensor, con el obejetivo de poder controlar cada piso de la fábrica. Skoda es otra y tiene sus museos. Queremos contar las experiencias de los empresarios emblemáticos y sus historias en estos 100 años”.
Entre los imperdibles poco conocidos que destacó Lutter están la torre de televisión de Žižkov, el edificio más alto de Praga. “Tiene un restaurante panorámico y uno de los hoteles más exclusivos del mundo, que tiene sólo una habitación de lujo con impresionantes vistas”, agregó el ejecutivo.
“Este tipo de curiosidades vamos a potenciar junto a nuestros tradicionales destinos, con el objetivo de dar a conocer cómo hemos evolucionado en estos 100 años. Más allá de los puntos históricos, queremos que los visitantes también conozcan lugares contemporáneos y únicos”, finalizó Lutter.
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