La compañía del Caballero Águila completó la renovación de su flota de largo recorrido y desde hace meses vuela con los Dreamliners a Ezeiza. Más allá de la mejora en el rendimiento financiero, el servicio se reposicionó sólidamente con una experiencia de viaje mejorada, que le permitió una primera mitad del año altamente positiva.
AEROMEXICO. “Tenemos una Business que no tiene nada que envidiarle a las de las principales aerolíneas del mundo”
Gustavo Guacci, country manager de Aeroméxico para Argentina y Uruguay. En medio de una coyuntura local singular, el máximo responsable de la compañía mexicana en la Argentina hizo un balance de lo que va del año, habló de una temporada de verano muy positiva, motorizada por la estandarización del servicio en una sola flota.
–¿Aeroméxico ha completado su renovación de flota?
–Sí, prácticamente. Restan por llegar uno o dos B-787 Dreamliner más, y con eso se habrá completado la sustitución total de los B-767 y los B-777, de hecho el último de estos aviones voló por última vez hacia Buenos Aires, el 26 de febrero. Nuestro promedio actual de antigüedad de flota, de largo recorrido, es de 2 años y 6 meses. El último B-787 ingresó en mayo.
–Y producto de esa renovación, el producto alcanza un nivel de servicio sostenible en toda su red…
–Sí. Esto es parte del anuncio de 2012 que habla de renovar la flota completa de 100 aviones. Los Dreamliner venían entrando de a tres por año. En cuanto a los de fuselaje angosto se están yendo los B-737/700, por los cuales están llegando los B-737MAX 8.
–Con lo cual se está incrementando además el número de asientos en la flota…
–Sí, claro. Los MAX se están destinando a cubrir las rutas medias de alrededor de 5 horas, a destinos como Lima, Toronto, Medellín y Bogotá. Son rutas de alta competencia, donde tenemos que mostrar además un buen producto, porque hoy por hoy Lima es el hub más importante de Sudamérica. También volamos con él a Canadá. Y por otro lado tenemos la flota de los Embraer E190 y E195, que cubren los vuelos cortos, a destinos de playa. En definitiva, pasamos a tener una flota muy joven.
–¿Cómo se comportó México como destino turístico en la Argentina, en los últimos meses?
–Bien. En lo que va de 2018 hay dos períodos bien delimitados. Hasta abril nos fue muy bien, durante enero y febrero nos fue bien en el volado con ocupación muy alta, y marzo fue fantástico. De hecho, de enero a mayo nuestra ocupación promedio llegó al 91%, ida y vuelta. Pero ya en junio se está viendo una baja. Los destinos de playa funcionaron muy bien, Cancún obviamente, pero también el Pacífico, me refiero a Puerto Vallarta, Los Cabos y demás.
–Un juego de imaginación. Lo llama Andrés Manuel López Obrador y le pide una sugerencia para lograr que México reciba más turistas desde su posición de gerente de línea aérea en el extranjero, ¿qué le diría?
–Le diría que hay que empezar a descubrir lo que no se vende masivamente. Podríamos empezar a vender otras áreas de México muy interesantes y atractivas, tal como la Costa del Pacífico, los Pueblos Mágicos, el México Histórico, hay muchos lugares por descubrir. Hablo de El Bajío, León, San Luis Potosí y demás. Obviamente que hablamos de un trabajo conjunto de la Embajada, los operadores, el Consejo de Promoción Turística, entre otros.
–¿Y qué se espera en el mercado entre Argentina y México para lo que resta del año?
–A nosotros nos va muy bien, sobre todo en el corporativo, desde el cambio de flota. Nosotros alternamos el B-787/1000 y el B-787/900, este último es un productazo, es muy buscado con una Premier que no tiene nada que envidiarle a las de las principales aerolíneas del mundo. En cuanto a perspectivas tienen que ver con las del país. Se están empezando a seleccionar más los viajes, a contener los costos y los viajes corporativos no escapan a la realidad del país. Tratamos de generar más negocios y buscar nuevos nichos, visitando a las grandes corporaciones pero también mucho a las pymes.
–¿Qué es lo que más fascina al pasajero del Dreamliner?
–Hay un consenso unánime, es todo el avión… El pasajero de la Turista también queda muy satisfecho y contento. Hay mucho entretenimiento a bordo, con pantallas nuevas, de 15 pulgadas en todos los asientos de Económica, con una programación de películas y series. Es muy atractivo. Además, el avión brinda una experiencia de vuelo mejorada, la humedad ambiente es mayor, con lo cual el bienestar de los viajeros es superior y llegan más distendidos al destino. Y en la Business son asientos 180 flat, menú con tres propuestas calientes, tres frías, un bar de amenities durante todo el vuelo sin costo, tanto de ida como de vuelta.
–¿Cómo está funcionando la complementación con Aerolíneas Argentinas?
–Manejamos un code share desde hace un año y medio. Nos está yendo muy bien a las dos. En principio acordamos sobre las rutas principales, nosotros les damos asientos a Ciudad de México y ellos a Cancún. Esto respondió muy bien, nos reunimos los equipos de ventas, presentamos los dos productos para alinearnos. En una segunda etapa, a mediados del año pasado, adicionamos los tramos internos de AR que terminaban en Ezeiza, y a fin de este año vendrá la tercera parte donde podremos sumar más destinos en México y en la Argentina. Es una sinergia muy fuerte.
–¿Cómo se gestiona esta inestabilidad del dólar a la hora de vender?
–Las tarifas no cambian, son las mismas, el problema es la depreciación del precio. Un periodista lo comentó hace poco por TV en un programa político: los días anteriores a las elecciones en México, el peso mexicano se revalorizó frente al dólar. Allá es una realidad distinta. Pero aquí el peso se devalúa casi constantemente y la demanda cae, y uno se tiene de adaptar pero sin perder de vista los costos y el margen de rentabilidad. Para salir a buscar al pasajero hay que jugar con el precio, pero a la vez, Aeroméxico es una empresa global y tiene en claro que si algún punto de venta no puede completar un vuelo a un yield sano, lo completará otro punto, lo compensará. Para estar competitivo en precios hoy hay que tener un precio en dólares que no es conveniente. A mediano o largo plazo no vemos tampoco que debamos tomar acciones alocadas ni rimbombantes. Una medida eficiente, podría ser, de ser necesario, bajar un B-737MAX 8 en vez del Dreamliner, eso significa resignar oferta y mejorar la ecuación.
No debemos olvidar que la competencia es fuerte, volando vía otros hubs como Panamá o Lima. Por eso tenemos que ser cada día mejores y ofrecer un servicio de excelencia.
–¿Cuáles fueron las rutas más recientes incorporadas a la red?
–Este año anunciamos la puesta en marcha de dos destinos nuevos: Liberia, en Costa Rica, y Punta Cana, en República Dominicana, por ahora con dos frecuencias semanales.
–¿Es importante para Aeroméxico el tema del nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México frente a la llegada del nuevo gobierno?
–Es un tema más que central porque el actual está a tope. De hecho, los estudios de suelo y los trabajos encaminados están muy avanzados siempre con la meta de 2022. Si prima el sentido común yo creo que va a continuar el proyecto. México creció mucho en los últimos años, a nivel aéreo se produjo la internacionalización de Aeroméxico, las competidoras locales también se sumaron y aparecieron nuevas conexiones hacia el DF de empresas internacionales.
–Aeroméxico compite exitosamente contra las low cost en México. ¿Si Mario Dell’Acqua, presidente de Aerolíneas Argentina le pidiera un consejo qué le diría?
–No creo que pueda aconsejarlo. No operamos en este cabotaje. Aeroméxico se fortaleció muy rápidamente, renovó su flota y reposicionó destinos estratégicos en su red. La apuesta fue a generar y mantener un producto de excelencia, con muchas frecuencias a disposición y tratando de sostener sus tarifas. En definitiva, sin hacer locuras y confiando en la fortaleza del producto. Aeroméxico hizo un cambio de cultura desde hace varios años, la alianza con Delta nos hizo crecer y acceder a best practices.
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