Dopazo & Ravenna realizó, la semana pasada, la presentación de la salida grupal de la Ruta de la Seda, ante una veintena de agencias de la Ciudad de Buenas Aires, en el restó de la Sociedad Argentina de Arquitectos. La charla, a cargo de los directores de la firma, se realizó en el marco de un almuerzo con platos típicos de la región. El primero en tomar la palabra fue Jorge Ravenna, quien definió el valor diferencial de la marca: “La idea es que sus pasajeros viajen como a nosotros nos gustaría viajar”.El exclusivo tour, para grupos de no más de 30 pasajeros, saldrá acompañado desde Buenos Aries en un vuelo de Turkish en octubre. En Estambul serán recibidos por un coordinador que estará con el grupo durante los 18 días que dura el circuito en Asia Central. El itinerario recorre tres estados: Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán, incluyendo sus ciudades más famosas: Ashgabat, Khiva, Bukhara, Samarkand, Tashkent y Dushanbe.
Hugo Dopazo, director de la firma, aseguró a los presentes: “Cada pasajero vivirá la verdadera experiencia de convivir con los habitantes”, y agregó: “Ellos son muy hospitalarios y hasta nos piden sacarse fotos con nosotros”.
“El circuito es claramente una visita a los orígenes de la humanidad que se encuentran en la Ruta de la Seda”, comentó Ravenna y agregó: “Los grandes imperios de la historia y las religiones más antiguas dejaron testimonio en varias de sus ciudades”.
Además de las bellezas arquitectónicas y la historia en cada uno de los muros de sus ciudades, Turkmenistán, el primer país que se visita, posee un atractivo único en el mundo: el cráter de Darvaza en el desierto de Karakum. Es una extraña mezcla de fenómeno natural y error humano. En 1970, al realizar unas obras de prospección de hidrocarburos, unos geólogos soviéticos provocaron un derrumbe lleno de gas que les pareció no apto para su explotación. Para acelerar su evaporación decidieron prenderle fuego: no imaginaban que 49 años después seguiría ardiendo. La aproximación al cráter es impactante: en medio de un paisaje lunar se divisa de lejos el gran resplandor.
Uzbekistán es el siguiente país en el recorrido. Es el mayor de Asia Central, en donde el gas, la minería y la agricultura forman la base de una economía vinculada a Rusia. Allí se conocerán las madrazas, las precursoras de las universidades en los países islámicos. Estos centros de estudios bien podían ser seculares o religiosos. En Khiva se encuentra la ciudadela de Itchan Kala, declarada Patrimonio de la Humanidad. Entre sus altos muros los mercaderes se preparaban para cruzar el desierto en dirección a Irán o China. En el interior de Itchan Kala está la mezquita de Djuma, con sus más de 200 columnas de madera, ricamente decoradas con adornos florales o geométricos.
Por su parte Tayikistán es un país donde más del 90% de la tierra es montañosa. A una hora de Dushanbe, su capital, se encuentran lagos de diversos tonos y montañas aptas para el senderismo. En medio de este esplendor natural se encuentran pueblos y ciudades dispersos.
El servicio incluye, entre otras cosas, 22 comidas, entre almuerzos y cenas; asistencia integral al viajero de Coris Plan Business; buses exclusivos; propinas; impuestos o tasas municipales de las ciudades; una noche de alojamiento, previo a la salida, en Buenos Aires; traslado hotel/Ezeiza; y kit de viaje premium incluido.
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