La cervecera Quilmes ya da pelea también en el mercado del vino: lanzó dos botellas para consumo individual, un tinto y un blanco, como prueba piloto para ingresar en este negocio. Bajo la marca Root (raíz, en inglés), presentó dos exponentes en botellas de 375 ml., que comenzó a comercializar en supermercados y autoservicios de la Ciudad de Buenos Aires, pero con los que analiza también llegar, a futuro, a bares y restaurantes con una propuesta de vino tirado, similar a la cerveza tirada que ya ofrece. “Trabajamos para innovar, para ofrecerle diferentes opciones al consumidor; vendemos no sólo cervezas, sino también otras bebidas con alcohol, aguas, gaseosas y aguas saborizadas. Y ahora sumamos al vino. Siempre buscamos nuevas oportunidades en el negocio de las bebidas. Contamos con un área independiente destinada a buscar estas oportunidades, desde donde surgió, por ejemplo, Craft Society, o la aceleradora de start ups Eklos”, explicaron desde la compañía, que además de cervezas de varias marcas embotella las líneas de gaseosas de Pepsi, distribuye Red Bull y cuenta con un joint venture con Nestlé para las líneas de aguas, saborizadas y jugos.
Los vinos, un blend malbec/syrah y un chenin, se venden en botellas de 375 ml, que equivalen a dos copas, con tapa a rosca. El vino es elaborado a través de un tercero como socio, el grupo suizo Origin Wines, propietario de Mendoza Vineyards y, desde agosto de 2017, de Finca La Anita, en esa provincia. Además, es distribuido por otra compañía, Conyntra Fine Food, que importa y vende productos gourmet, como De Cecco, Lavazza, Nature Valley, Häagen Dazs o Nissin, entre otros.
“Es un proyecto piloto de seis meses para probar el mercado; lanzamos sólo 87 mil botellas en apenas 400 puntos de venta en Buenos Aires. Quilmes, por ejemplo, llega a 300 mil puntos en todo el país. Si funciona bien, se estudiará cómo continuar y si se amplía el proyecto”, añadieron.
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