Moravia es una de las dos regiones de República Checa, junto con Bohemia, situada entre Viena y Cracovia, lo que la convierte en un destino apto para combinar con grandes urbes. “Para el viajero latinoamericano, el circuito Descubre Polonia y Moravia de Sato Tours ofrece la posibilidad de visitar ciudades tan variadas en su oferta, como Olomouc (segunda ciudad con más monumentos nacionales después de Praga), la meca de la espiritualidad en este país, ya que cuenta con muchas iglesias y sitios dedicados a la religión mezclados con el estilo Barroco; Brno, siendo la segunda más grande de República Checa y, a su vez, la más atrevida y cosmopolita para los jóvenes; o Telč, un pintoresco pueblo en República Checa que, con su plaza y palacio de estilo renacentista, protegido por tres estanques, es llamado por los locales la ‘Venecia de Moravia’”, remarcó Petr Lutter, director para América Latina de la Oficina de Turismo de República Checa.
SATO TOURS. Los tesoros de Polonia y Moravia por expertos
Con el circuito Descubre Polonia y Moravia, Sato Tours ofrece una experiencia que comprende castillos, cata de vinos y pintorescos pueblos en República Checa.
Castillos de Moravia y los 100 mejores vinos
El castillo Valtice cuenta con una bodega donde se almacenan los mejores vinos de República Checa, con posibilidad de degustar cada uno de ellos y comprar botellas a modo de regalo. “Por otra parte, Moravia cuenta con decenas de castillos que siguen en pie desde la Edad Media, con su clásica arquitectura y con la posibilidad de visitar todos sus recovecos, habitaciones ocultas e inmensos jardines. Además, armamos el circuito con una infraestructura impecable en materia de hospedaje todos los hoteles de 4 estrellas están ubicados en los centros turísticos”, mencionó Markus Martinek, gerente de Ventas de Sato Tours.
Moravia: noches de coctelería y quesos
Sumado a una exuberante visita a viñedos privados Palavay diversas actividades en Gdansk y Breslavia, y un almuerzo incluido en Moravia en una bodega, en Olomouc se realiza una visita la fábrica de queso local donde, a decir de los mismos productores, su producto tiene un olor muy potente pero un gusto único en su tipo. De hecho, existe una pastelería donde se fabrican dulces típicos checos, pero a base de este queso. Brno, por su parte, está plagado de cervecerías artesanales y se puede realizar un tour nocturno de pura coctelería.
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