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Los dólares del turismo después del impuesto "solidario"

A casi dos meses de su compleja puesta en marcha, ya hay algunos datos concretos para medir los efectos ocasionados por el impuesto PAIS. Si la idea era cerrar el grifo de dólares al exterior por turismo, el Gobierno podría darse por satisfecho. El boom del cabotaje está por verse.

Dos fueron los objetivos perseguidos por el Gobierno Nacional cuando decidió implementar el famoso impuesto PAIS. Uno, restringir la salida de divisas: “Como no hay dólares en Argentina y los necesitamos para pagar insumos y producir, preferimos preservalos, pedirle a la gente que veranee en la Argentina”, explicó días atrás el propio presidente Alberto Fernández cuando descartó cualquier posibilidad de dar marcha atrás con la medida. El segundo hito, derivado del primero, era incentivar el turismo interno: "Con este impuesto se está beneficiando al turismo local, que es algo que queríamos hacer”, había justificado el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

Pues bien, a casi dos meses de su compleja puesta en marcha, ya hay algunos datos concretos para medir los efectos ocasionados por el impuesto PAIS en el sector y, de paso, tener una primera evaluación del cumplimiento de los objetivos perseguidos por el nuevo Gobierno.

SUDOR Y LÁGRIMAS.

Si la idea central era cerrar el grifo de dólares al exterior por turismo, el Gobierno podría darse por satisfecho con los números de enero. Las divisas demandas para pagar viajes o consumos en el exterior cayeron a menos de la mitad (-51,4%) que en el mismo mes de 2019. Una postal que coincide con la que a través de este medio habíamos informado semanas atrás en base al desplome de un 58% de las emisiones de tickets aéreos a través de agencias.

Tengamos en cuenta que el comienzo de 2019 también había sido impactado por las devaluaciones de los meses previos. O sea, para tomar una real dimensión del mazazo que implicó el impuesto del 30% sobre los viajes al exterior podríamos comparar enero de 2020 con el mismo período de 2018 y descubrir que la caída en la demanda de divisas fue del 72,5%. O sea, el primer mes de hace dos años se necesitaron US$ 1.567 millones para cubrir los viajes al exterior, mientras que en enero las arcas de Banco Central se exigieron apenas una cuarta parte de esa cantidad: US$ 431 millones. Hay que irse hasta enero de 2011 para encontrar una cifra parecida (US$ 399 millones).

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Claro que lo que para el Gobierno es un acierto, es un desastre para las empresas argentinas que se ganan la vida enviando argentinos al exterior, así como para las compañías que se encargan de prestarles servicios receptivos fuera del país. Cuál será el costo local en términos de trabajos perdidos y persianas que no se levanten más dependerá de que haya un rápido (urgente) rebote del efecto inicial de la medida y del éxito que tenga el marketing de incentivar el uso de los dólares del colchón para viajar afuera con las tarifas más bajas en mucho tiempo.

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Comparación interanual de los ingresos y egresos de dólares por Turismo en enero.
Comparación interanual de los ingresos y egresos de dólares por Turismo en enero.

EN VEREMOS.

Uno de los derivados de la situación anterior es, obviamente, una notable mejora en la balanza de divisas que salieron por turismo respecto de las que entraron. El déficit de enero respecto al mismo mes de 2018 se recortó de US$ 651 millones a US$ 221 millones, una mejoría del 61%. Y, nuevamente, la comparación con 2018 o 2017 es apabullante, el rojo actual es seis veces menor o un 82% más bajo.

Lamentablemente, esa mejoría es sólo producto de la caída del emisivo. Los ingresos de divisas por viajeros extranjeros en enero fueron un 10,8% menores a los de 2019. Claro que otra vez más la diversidad de tipos de cambios seguramente está volviendo a atentar contra la liquidación en el mercado oficial y, por ende, el MULC pierde eficacia como indicador.

De todos modos, como dijimos al principio de la nota, para las autoridades el impuesto PAIS es el motor del boom del turismo interno del que muchos hablan. Entre ellos, el propio ministro del área, Matías Lammens, quien dijo que “esta gran temporada refleja los primeros indicios de que la economía empezó a encenderse”.

En este punto, todavía no hay datos concluyentes, capaces de ser generalizados. Está claro que muchos destinos vivieron uno de los mejores enero en mucho tiempo, pero los índices de mejora de arribos o pernoctaciones en la mayoría de los casos son de un dígito o apenas lo superan. En este sentido, uno de los datos más sorprendentes proviene de la propia ANAC, que indicó que la cantidad de pasajeros de cabotaje en enero tuvo un leve retroceso del 0,8% respecto a 2019 (apenas 11.000 menos). O sea, el transporte aéreo no habría sido tributario -por ahora- del tan mentado boom del turismo interno a partir del impuesto del 30% al emisivo.

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El que más perdió fue Aeroparque, la terminal por donde pasa el 75% de los pasajeros domésticos vio transitar 100 mil personas menos que en enero de 2019 (-10,2%). En cambio, el más ganador fue El Palomar, que incrementó sus estadísticas en casi 50 mil viajeros (+48,5%).

En cuanto a las compañías aéreas, Latam tuvo un 11% menos de pasajeros de cabotaje, en tanto que Aerolíneas Argentinas/Austral un 1,6% por debajo de 2019. De todos modos, todas las que siguen operando tuvieron mejoras en sus factores de ocupación.

En números

51,4% cayeron las divisas demandas para pagar viajes o consumos en el exterior en enero.

10 años hay que retroceder para encontrar un enero con tan baja demanda de divisas para el emisivo.

6 veces menor fue el déficit de enero entre dólares demandados e ingresado por turismo.

0,8% cayó la cantidad de pasajeros de cabotaje en enero según la ANAC.

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