La película del turismo receptivo de 2016 fue otra remake de un estancamiento que acumuló tres años de descensos consecutivos en el arribo de turistas extranjeros a través de Ezeiza y Aeroparque (las dos terminales por donde ingresan la mitad de todos los visitantes foráneos). En ese escenario, lo novedoso es que en el epílogo de la serie, el destino consiguió revertir la tendencia registrando números positivos en el último trimestre del año. Lo cual permite devolverle algo de optimismo al sector da cara a un 2017 donde, además, se espera el impacto positivo de la devolución del IVA en los servicios hoteleros. Y la cereza del postre es que así como Brasil explicó en buena medida el amesetamiento de los ingresos totales de turistas al país desde 2011, la recuperación evidenciada por el principal mercado emisor en el último semestre fue la gran responsable del cambio de signo en el receptivo internacional.
RADIOGRAFÍA DE LOS NÚMEROS OFICIALES DEL TURISMO En un mal año, el receptivo cambió la tendencia en el último trimestre
El 2016 fue el tercer año consecutivo de caída del ingreso de extranjeros a Argentina por Ezeiza y Aeroparque. La novedad es que en el último trimestre el destino consiguió revertir la tendencia registrando números positivos. Así como Brasil explicó en buena medida el amesetamiento desde 2011, la recuperación evidenciada por el principal mercado emisor en el último semestre fue la gran responsable del cambio de signo. Pese a haberse ralentizado el alza del emisivo, la balanza de turistas recrudeció sus números rojos.
DE MALO EN MEJOR.
Como dijimos, el año pasado fue el tercero consecutivo en la serie de descensos en los arribos internacionales vía Ezeiza y Aeroparque. Pero, además, fue el peor desde la crisis de 2009.
O sea, contra un 2015 que de por sí había sido malo, en 2016 se perdieron 40.800 arribos, con considerables retracciones en las llegadas provenientes de los mercados regionales. Influido por un pésimo primer semestre, el año pasado bajaron del avión 52.300 brasileños menos (-8,8%) que en 2015 (cuando a su vez se habían perdido 137 mil arribos respecto a 2014). Pero también siguieron en picada los ingresos por Ezeiza y Aeroparque de chilenos (-7,8%) y del resto de los países latinoamericanos (-6,9). Dato no menor si se considera que la región representa la mitad de quienes vienen a través de dichas terminales.
Si el año no fue peor es gracias al aceptable comportamiento de Europa, que creció un 3,1% frente a 2015; y la muy buena dinámica en la llegadas de estadounidenses, que aumentó un 9,1%. Los mercados lejanos también mostraron una fuerte recuperación (14,8%), aunque la incidencia en el total es todavía marginal (7 de cada 100 turistas).
También es cierto que, tras 17 meses consecutivos de caídas, desde agosto empezó a verse una tibia recuperación en la mayoría de los mercados (sigue floja la América andina). Pero lo que habilita a ser optimistas son los resultados del último trimestre del año, donde -pese a que no se consiguió revertir el signo negativo anual- se pudo consolidar un período con un incremento de las llegadas internacionales del 7,1%.
UNA VELA POR BRASIL.
De los 46.100 arribos internacionales más que hubo en el último trimestre de 2016 vs. 2015, 29.300 correspondieron a brasileños. O sea, el 64% de esos "turistas adicionales" fueron del país vecino, que entre octubre y diciembre acumuló un aumento de más del 25% de visitantes llegados Ezeiza y Aeroparque.
El contraste con lo sucedido en la primera parte del año no pudo ser más evidente. La merma de brasileños en el primer semestre (210.600 en total) orilló el 30%. En 2014 en ese mismo período habían arribado 325 mil, un 35% más que en la actualidad.
"Desde agosto iniciamos una tendencia positiva que continúa", señaló al conocer los datos del informe del Indec el ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos, quien agregó: "Estamos recuperando el mercado brasileño, y Estados Unidos y el mercado europeo son los lejanos más exitosos".
Un dato que no deja de llamar la atención es la altísima concentración de las estadías en la Ciudad de Buenos Aires. De hecho, el 56,2% de las pernoctaciones de extranjeros en el país se concentraron en la Capital. Y si se le suma la provincia de Buenos Aires (16,7%) resulta que menos de tres de cada 10 noches se distribuyen por el resto del país.
EL EMISIVO EN LA SUYA.
La contracara del receptivo es el emisivo, que en el año acumuló un aumento del 15,6% en las salidas de argentinos al exterior por las principales terminales aéreas, contra un 2015 en el cual ya había equilibrado con creces las bajas de 2014. De hecho, lleva 22 meses ininterrumpidos de variaciones positivas.
Ahora bien, una lectura más minuciosa de los datos del Indec permite hablar de una ralentización de ese crecimiento, que hasta julio siempre había sido de dos dígitos. En el cuarto trimestre el alza fue del 7,6%, muy por debajo de los otros períodos de 2016.
Un dato llamativo es que el año pasado creció un 20% la cantidad de argentinos que viajaron al exterior sin paquete turístico, lo que representó que más de 8 de cada 10 haya declarado elegir volar de ese modo.
BALANZA EN ROJO CARMESÍ.
El saldo entre ingresos y egresos a través de Ezeiza y Aeroparque fue notablemente desfavorable en 2016. No sólo porque salieron un millón más de argentinos que los extranjeros que arribaron al país, sino porque esa balanza tuvo un muy importante deterioro respecto a 2015, cuando la diferencia entre receptivo y emisivo había sido prácticamente la mitad.
En números
1.076.800 argentinos más viajaron al exterior en 2016 que extranjeros visitaron Argentina. Un empeoramiento de casi el doble de la balanza.
40.800 arribos internacionales menos que en 2015 hubo el año pasado vía Ezeiza y Aeroparque.
7,1% aumentaron las llegadas de extranjeros en el último trimestre del año.
25% creció de octubre a diciembre la visita de turistas brasileños respecto al mismo período de 2015.
3 de cada 10 noches de las pernoctaciones que genera el receptivo apenas se redistribuyen en las provincias del interior del país.
15,6% fue el alza interanual de las salidas de argentinos al exterior por las principales terminales aéreas.
86,8% de los argentinos que viajan al exterior dicen haberlo hecho sin paquete turístico.
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