La modorra en la que quedó sumido el tema de la megareforma normativa para agencias de viajes tuvo un leve sacudón en los últimos días. Tanto la Cámara Argentina de Turismo (CAT) como el Consejo Federal (CFT), que reúne a los funcionarios provinciales de la cartera, recibieron sendas copias de la que sería la última versión del proyecto del nuevo decreto reglamentario para agentes de viajes.
La SecTur pidió al CFT y a la CAT un dictamen sobre el proyecto de decreto para agencias de viajes
Los organismos provinciales de Turismo recibieron el pedido de Nación para apurar el análisis del texto y darle el visto bueno en una “eventual” próxima reunión del Consejo. En principio, muchos dudan de darle el aval al decreto sin leer la resolución que lo reglamenta. La CAT también pidió cambios.
A los equipos provinciales de Turismo les pidieron apurar el análisis del texto (lástima que lo recibieron con una hoja menos y eso dilató todo) para tratar de darle el visto bueno en una “eventual” próxima reunión del Consejo.
Fuentes vinculadas a la Secretaría de Turismo de la Nación descartaron que haya apuro ni nada por el estilo, sino que solo se está cumpliendo con el inciso b del artículo 7 de la Ley Nacional de Turismo que la obliga a consultar al CFT y a la CAT sobre los cambios que haya en las reglamentaciones. Aunque no sería ni el primero ni el último artículo que se incumple en esa ley (el más grave es el silencio frente al desvío de miles de millones de pesos de lo recaudado por el Fondo Nacional de Turismo).
LA PREGUNTA DEL MILLÓN.
De todos modos, la pregunta del millón es si la SecTur va a apurar los tiempos para coronar antes del 10 de diciembre una reforma que en los últimos 20 años nunca se logró materializar. Por lo que cuentan los involucrados, sería una proeza.
Por lo pronto, el dictamen del CFT -tampoco el de la CAT- no le levantaría la barrera para seguir avanzando tan fácilmente. Desconfían de darle el aval a un proyecto de decreto que deja mucho (pero mucho) pendiente y delegado para la posterior resolución reglamentaria del mismo. Más aún cuando no habría ni una línea consensuada de ese texto que le tendría que dar carne al decreto. Por ejemplo, la tan polémica cuestión de que deje de ser requisito contar con un profesional para obtener la habilitación es algo que en el decreto se mantiene. En el organismo juran y
perjuran que eso se resolverá en la resolución, pero en las provincias no quieren dar un cheque en blanco sin ver el panorama completo.
Ni siquiera la CAT le dio luz verde al proyecto. Después de meses de reuniones hay cuestiones que no se saldaron y que en el dictamen que ya elaboró la Cámara piden que sean revisadas. A pedido de la Faevyt se insistirá en el pedido de que se flexibilicen los requisitos para transferir o vender el fondo de comercio de una agencia de viajes. Algo que en las primeras versiones figuraba, pero que luego se eliminó porque las autoridades lo encontraron inconstitucional. Sin embargo, ahora la Federación consiguió un dictamen de la IGJ avalando la postura de la Faevyt. Por otra parte, el empresariado pide que se incluyan las excepciones previstas en el marco normativo nacional en cuanto a la aplicación del principio de responsabilidad solidaria.
En conclusión, no parecieran estar dadas las condiciones (ni las ganas) para que el decreto retome impulso y acapare las luces de la inauguración de la FIT (el 5 de octubre).
Consultado al respecto, Gustavo Hani, presidente de la Faevyt, señaló que el hecho de que la SecTur haya pedido al CFT y la CAT que eleven sus dictámenes “no quiere decir que tengan apuro, sino que simplemente muestra que se sigue trabajando”. En esa línea, el dirigente reconoció que del texto de la resolución que le da cuerpo al decreto “no sabemos nada. Nunca hubo una reunión para tratar eso en conjunto”.