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Colchones y lencería, los pilares de una habitación confortable

Al momento de equipar un cuarto de hotel, los colchones y los blancos son dos rubros en los que se debe realizar una compra inteligente.

Calidad, garantía, durabilidad y experiencia del fabricante son algunos de los requerimientos de los empresarios hoteleros al momento de equipar sus habitaciones. Por tal motivo, los proveedores buscan la innovación constante en colchones.

El rubro de colchones está integrado por sommiers, almohadas, protectores de colchón y pillows de unión, que permiten convertir dos camas de una plaza en una queen o king size.

Todos estos productos forman parte del equipamiento que debe responder tanto a las necesidades de los huéspedes como a las de los empresarios hoteleros. En el caso de los primeros, demandan confort y espacialidad, características que garantizan un buen descanso. Por eso los colchones debe ofrecer un buen reposo, en primer término, de la columna vertebral, la cervical y los hombros. Mientras que los hoteleros requieren un producto durable, funcional y de fácil limpieza y mantenimiento.

La oferta de este rubro en el país está en constante innovación y en los últimos años los fabricantes incorporaron medidas de seguridad y salubridad a sus productos. Hoy existen múltiples combinaciones de tecnologías y materiales.

Materiales para colchones

  1. Viscoelástico, inventado por la NASA a finales de los 70 y muy comercializado en los últimos años, que ofrecen una gran adaptabilidad al perfil del cuerpo y pueden soportar grandes presiones sin deformarse. Además, están disponibles en versiones hipoalergénica y termosensible.
  2. Bultex con millones de pequeñas células independientes y elásticas que aportan una resistencia proporcional al peso corporal para un equilibrio perfecto.
  3. Airvex un tipo de espuma que ayuda a una suave acogida del cuerpo y a regular la temperatura al dormir.

En cuanto a sommiers, las últimas novedades son los modelos recubiertos en jackard o totalmente matelaseados, y con resortes para una mayor flexibilidad anatómica; esto amortigua el movimiento y prolonga la vida útil del colchón.

En tanto, se definen como suaves a todas las prendas que se colocan en el armado de la cama, sin considerar los blancos. Se trata de cubresommiers, protectores del colchón, frazadas o cobertor, cubrecamas o edredones, pie de camas y almohadas.

Cabe recordar que el protector del colchón es la mejor herramienta para cuidar la higiene de los colchones. Son acolchados, matelaseados, con tela de algodón en ambas caras, guata absorbente (fibra de poliéster compactada) en su interior y bandas elásticas reforzadas en los cuatro extremos, que se fijan debajo del colchón. A mayor grosor, proveerá mejor resguardo. Están disponibles las versiones hipoalergénicas, que se pueden retirar fácilmente para su lavado.

En cuanto a las almohadas la variedad es muy amplia. Para la compra se debe prestar atención al relleno y la tela que la recubre. Es recomendable de percal, lavables e hipoalergénicas; además de verificar que la medida esté acorde con el ancho de colchón. Tomando como ejemplo una habitación en base doble, el stock ideal a comprar es de dos almohadas para que estén puestas en la/las camas y dos más con sus fundas para reserva en el armario.

Lenceria de cama

Las sábanas se confeccionan con distintos tipos de telas, y sobre todo, con texturas disímiles. Las fibras que la componen pueden ser de origen: vegetal (algodón y lino), animal (seda natural) y sintéticas (poliéster y nylon).

En el caso del algodón, la calidad depende especialmente de la longitud de la hebra: cuanto más larga sea, más fino y resistente es el hilo que se obtiene. Otra característica de la fibra es que generalmente es de color mate, sólo el algodón egipcio posee un leve brillo. Sin embargo, es una tela fresca, suave al tacto, maleable y absorbente, que además no irrita la piel y es resistente al uso y los lavados. Cabe recordar que el algodón libera las manchas fácilmente si se utiliza cloro o productos químicos para suciedad extrema.

La elección de las sábanas dependerá de la categoría, el tipo de hotel y el presupuesto. La sábana bajera tiene que ser plana para hotelería. No son resistentes las ajustables porque el elástico se deteriora prematuramente. Si la encimera no lleva el logo bordado del hotel, ambas deben tener el mismo ancho de ruedo, para poder colocarlas indistintamente, logrando un desgaste parejo y prolongando la vida útil de ambas. Además, es útil diferenciar las costuras de los bordes con colores diferentes para identificarlas según sean para colchones king o queen.

En tanto, el color conveniente a elegir es el blanco. Las de color, aunque sean tonos pastel, van perdiendo tonalidad con los frecuentes lavados.

¿Cómo gestionar la compra?

El concepto de par stock significa literalmente el número o cantidad de veces que debe reiterarse un producto. Por ejemplo: lo que comúnmente se denomina juego de sábanas (conformado por la sábana bajera, encimera y fundas), representa un par stock.

Al evaluar la cantidad de par stock que se necesitarán debe contemplarse la categoría y función del hotel, el porcentaje promedio de ocupación anual, estadía promedio, si la lavandería es tercerizada y no hace entrega de blancos determinado día de la semana y el compromiso con el cuidado del medioambiente que tenga el establecimiento.

El par stock mínimo es de tres para cada cama; el ideal es de cinco: uno estará colocado en la cama, otro (sucio) en lavandería, el tercero en el cuarto de blancos, para hacer entrega inmediata a los offices de cada piso. Si tuviera un cuarto par stock, quedará en reposo en el cuarto de blancos, para que las fibras se recuperen durante 24 horas. Lo ideal es tener un quinto par en depósito sin estrenar.

En toallas, el par stock se calcula por tipo de habitación. El set que se dispondrá en cada baño dependerá si el cuarto es base doble, triple o posee cama extra. También influye si el hotel posee piscina o servicios de spa. Por ejemplo, en una habitación base doble, se colocan dos toallas de mano, dos toallones y un pie de baño. Los hoteles de mayor categoría adicionan batas y toallas faciales. El par stock necesario es de cuatro como mínimo y seis como ideal.

Lea también: Colchones prácticos e innovadores para el sector hotelero

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